lunes, 12 de diciembre de 2011

Encuentros inesperados


Hay una leyenda africana que dice que la hiena es la cabalgadura del demonio y que, por soportar su gran peso, tiene los cuartos traseros más bajos que los delanteros.
Lo cierto es que la hiena no goza de demasiada aceptación entre el ser humano.


Esta foto fue tomada en el parque Kruger, durante nuestro viaje por Sudáfrica, por mi gran amiga y fotógrafa Sara Odriozola. De camino al refugio, una hiena se aproximó a nuestro coche hasta casi meter la cabeza por la ventana.
En aquel momento me pareció una de las cosas más hermosas que había visto en mi vida. Personalmente, me enamoré de su cresposo y moteado pelaje, de su mandíbula colgante y sus dientes picudos. Sus ojos, lejos de mirarme con fiereza, parecían preguntarme qué estaba haciendo yo por allí.
No entendí cómo un animal tan gracioso, aunque su cara no lo transmitiera, podía tener tan mala fama.

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