domingo, 3 de junio de 2012

Hijos de las nubes



"Un país lejano puede estar cerca
puede quedar a la vuelta del pan
pero también puede irse despacito
y hasta borrar sus huellas"
Rastros de Mario Benedetti

Hijos de las nubes, son así llamados los pertenecientes al pueblo saharaui,  nómadas que siguen a las nubes para encontrar gotas de agua que les ayuden a sobrevivir a unas condiciones climáticas extremas.
Hay otras nubes que también persiguen, igual de difíciles de encontrar, nubes que se divisan lejanas y se evaporan con facilidad, son las nubes de la esperanza. Esperanza que les ayude a sobrevivir a más de tres décadas de una ocupación sangrienta, más árida que la escasez de agua, más triste que la tierra estéril. 

Son el pueblo olvidado por la comunidad internacional, el pueblo olvidado de España, el vergonzoso país que les vendió a bajo coste, el coste de la ineptitud política.
El pueblo saharaui viaja sin descanso, persiguiendo nubes, clamando por unas gotas de lluvia, por unas gotas de libertad.

Y así seguimos, olvidando. Y así siguen ellos, persiguiendo nubes que se pierden en la distancia.

sábado, 26 de mayo de 2012

Oprimidos




Opressed so hard they could not stand....
Let my people go!


Oprimidos.
Bien conocía un hombre negro de los EEUU en los años veinte el dolor de la opresión. Pero sus ansias de libertad se transformaron en gestos y melodías. Los maravillosos acordes de su trompeta nos hablaron de libertad, una palabra hermosa, más hermosa utilizada por aquel que sabe lo que es ser esclavo, y oprimido.

Louis Armstrong nos hace retroceder a tiempos pasados, de arena y pergamino, cuando los judíos eran un pueblo hostigado y perseguido. Y Moisés gritaba al viento:
Let my people go!
La historia se empeñó en reproducir una lección mal aprendida, y los pueblos oprimidos continuaron creciendo bajo la mano del opresor.

Siempre habrá pueblos en lucha, pueblos que resistan, los opresores son muchos y ya se olvidaron de que ,alguna vez, ellos fueron también oprimidos.
No hay grilletes suficientes para tantas manos, ni sueños, ni acordes.

“Let my people go!”

jueves, 12 de abril de 2012

Alimentación transgénica

Lamentablemente, existe poco debate público y transparencia sobre el uso de transgénicos a pesar de las repercusiones que tiene para el modo de vida de muchos agricultores y los posibles efectos, aún no probados, que puede tener para nuestra salud.
Bajo mi punto de vista queda bastante claro que Monsanto, la principal multinacional responsable de su producción, es autor de al menos varios crímenes, entre los que yo destacaría:
  1. El hecho de que los alimentos sean patentados. La alimentación y la comida son derechos básicos del hombre, no algo que se pueda convertir en objeto de patente y monopolizarse.
  2. La ruina de miles de agricultores, de los que ya existen numerosos casos en EEUU, que ven sus campos contaminados con las semillas alteradas y acaban siendo denunciados por la multinacional por haber usado su patente a pesar de que ellos no eran conscientes de ello. Añadido a que muchos de ellos pierden su derecho y su licencia de alimentos ecológicos en el momento en que su huerto es polinizado (algo que es igual de sencillo que la polinización normal).
  3. Las semillas de Monsanto son estériles, lo que significa que los agricultores que opten por el uso de este tipo de semillas no podrán reutilizarlas, si no que tendrán que comprar semillas de nuevo.
  4. Que se estén empleando en nuestra alimentación diaria OMG sin que lo sepamos, estos alimentos no están siendo etiquetados y las empresas no tienen obligación legal de dejar constancia de ello. Así que se vulnera nuestro derecho a decidir sobre nuestra propia alimentación.
Algunos de los sectores favorables a la industria de transgénicos se parapetan en que este tipo de producción puede solucionar la escasez de alimentos en el mundo. La ONU ha declarado en varias ocasiones, que los transgénicos no son una solución viable.

Dudo, y creo que es una duda razonable, que la empresa que obtuvo sustanciosos beneficios con la fabricación del químico agente naranja que se empleó durante la guerra de Vietnam (que aún sigue teniendo consecuencias sobre miles de víctimas civiles), tenga serias intenciones de acabar con el hambre en el mundo.


domingo, 1 de abril de 2012

Daños colaterales


Los daños colaterales son aquellos que se nos dice no haber sido provocados intencionadamente.

El precio de asumir los llamados daños colaterales es, aceptar, que la matanza indiscriminada de civiles es válida por un fin, que es terminar una guerra o un conflicto armado, que precisamente hostiga y desgarra la vida de esa misma población.
Esta es la doctrina usualmente empleada por los dirigentes y partidarios de las intervenciones de la OTAN. Para los despistados: Intervenciones que ejercen la imposición de la fuerza mediante bombardeos aéreos, sin distinción alguna de blancos u objetivos, provocando muertes indiscriminadas, daños en infraestructuras civiles, y un empobrecimiento brutal para un país que habrá quedado devastado, y que deberá recuperarse de la guerra con serias dificultades.

Podemos hablar de lo mismo en referencia a altercados y revueltas civiles, en los que las fuerzas del orden (perdonadme el eufemismo), revientan ojos, cráneos y vidas para instaurar el orden. Y merece la pena, no son más que vidas que quedarán desgarradas bajo el palo y la bala de goma.

La doctrina de los daños colaterales es una invención destinada a esconder la brutalidad, el salvajismo y el menosprecio total por la vida. El fast food de la resolución de conflictos es servido por aquellos que monopolizan el uso de la fuerza.

jueves, 22 de marzo de 2012

Refugiado blanco




Durante años de reconocimientos aéreos no se había observado osos polares solos nadando a mar abierto. En los últimos 5 años se está volviendo algo muy común. Los osos polares son grandes nadadores, se impulsan con sus patas delanteras para alcanzar las zonas de costa, donde van a pescar, a menudo se mueven en grandes pedazos de hielo.
Pero ahora se les observa nadando a mar abierto grandes distancias, a veces, desorientados. Sus crías, que no han desarrollado músculos lo suficientemente fuertes para soportar semejantes trayectos, perecen a menudo.
Poco tiempo les queda a los osos brillantes, futuros refugiados climáticos que no tendrán a dónde partir, ni donde sobrevivir. Pierden su casa, su hogar, su tierra, y su país.
La gran excusa es que las especies se adaptan genéticamente a los cambios, y lo harán también ante el cambio climático. El problema es que se necesitan muchos años y generaciones para que se produzca un cambio evolutivo. Tiempo que los humanos no estamos dispuestos a conceder.

Estos refugiados del hielo, pierden su vida a nado. Sus cuerpos sin vida aparecen flotando en el agua.

sábado, 25 de febrero de 2012

11 de Septiembre



"Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo"
-Salvador Allende


El 11 de septiembre de 1973 quedará como una fecha oscura en la memoria del pueblo chileno. Las fuerzas armadas, dirigidas por el general Augusto Pinochet, con el apoyo de la CIA y gran parte del sector derechista, derrocó , mediante un golpe de estado, al gobierno socialista con Salvador Allende a la cabeza. La democracia fue demolida por las fuerzas armadas.

Empezaron aquí 17 años de terror, una dictadura militar cuyo máximo dirigente sería el fratricida Augusto Pinochet. Se estima que hubo un total de 40.000 víctimas entre muertos y desaparecidos, torturas, detenciones arbitrarias, prisioneros políticos, familias huérfanas, juicios sumarios, fusilamientos... Las tropas militares quemaban personas vivas, degollaban, asesinaban y enterraban en fosas comunes.
Miles de personas en todo el país aún no han encontrado los cuerpos sin vida, ni las almas desaparecidas.
Los deseos de sangre socialista de EEUU durante esas décadas no encontraron freno en América Latina. Rodaron cabezas de gobiernos elegidos legal y legítimamente por el pueblo, hundidos por las sombras que venían armadas y dirigidas desde lejos.  Sólo cabe una definición: Terrorismo de estado.

No sospechaba, o eso se nos dijo, el gobierno de George Bush, que 28 años después el terrorismo se volvería en su contra. Vendría de la mano de los talibanes, que en plena dictadura chilena, eran armados por la CIA en Afganistán para expulsar al ejército soviético del país.
Sangrientas ironías.

sábado, 18 de febrero de 2012

Testigo de la mezquindad


"He llegado a un punto en que el sufrimiento de la vida anula la alegría… Estoy perseguido por recuerdos vívidos de muertos, de cadáveres, rabia y dolor."
Kevin Carter


Seguro que a todos nos suena esta foto realizada por el fotógrafo sudafricano Kevin Carter, realizada en el sur de Sudán ganadora del premio Pulitzer en 1994. Una foto controvertida, que removió los estómagos de la sociedad internacional y quizás, alguna que otra conciencia.
Durante todo el año siguiente Kevin Carter fue duramente vapuleado por su deshonroso comportamiento, por abandonar a un niño agonizante a su miserable destino, que parecía ser el de ser devorado por un buitre. Tiempo después, fotógrafos que estuvieron presentes en el mismo centro de alimentación de la ONU, cuentan que el niño, lejos de estar agonizando, defecaba, y el buitre esperaba obtener el preciado botín tras la espera.
Cuan complicados son los engranajes de esta hipócrita sociedad. Personas que en su vida se atreverían, si quiera, a poner un pie sobre un país como Sudán en sus años menos sangrientos, carcomidos por la hambruna y la enfermedad, se abalanzan como buitres deseosos de carroña sobre el testigo visual que les acerca las miserias lejanas. Agarraron con sus afiladas garras la moral imperante, e hicieron añicos la vida de una persona que con tenacidad retrató decenas de brutales situaciones a lo largo de todo el África, testimonios directos de brutalidades que no quedarían en el olvido.
Son otros los buitres que están al acecho, los de la cobardía, que también se alimentan de carroña y miseria ajena. Los de la infecta hipocresía social que machacan con el dedo acusador. Miserable sociedad que aplasta con la moral que no practica, ni de lejos. Kevin Carter pisó lugares que pocos se atreverían a pisar, sin testigos ni pruebas no habrá denuncia ni justicia. Su pecado fue remover demasiados estómagos a la hora de la cena.
Los niños siguen allí, sin que los de garras moralistas se muevan de sus cómodos asientos para cambiar su situación. 15 años después el niño de la foto murió de fiebres.
Carter se suicidó con 33 años, dejando tras de sí una vida intensa e inestable, fue testigo de grandes horrores humanos, incluido el de su sociedad de mezquina moral y farragosa ética.

jueves, 9 de febrero de 2012

Binta y la gran idea



Recientemente tuve el grato, y sorprendente placer, de visionar este fragmento del documental “En el mundo a cada rato”.  Este capitulo titulado “Binta y la gran idea” fue dirigido por Javier Fesser en un poblado de Senegal en colaboración con Unicef, en el año 2004.
Binta, una niña senegalesa, nos narra la gran idea que ha tenido su padre para aportar un grano de arena a hacer que el mundo sea un poco mejor. La historia transcurre apaciblemente entre la vida cotidiana de los integrantes de este pueblo, mostrándonos algunas de sus preocupaciones diarias, su entorno, sus rutinas y sus colores. Hasta que podamos descubrir la idea que Sabu Diatta, el padre de Binta, ha decidido hacer llegar a los prefectores de su región.

Una dulce bofetada para la engreída población de los países del Norte. Breve, conciso y deliciosamente narrado, que rompe con los patrones de un África pobre y asistencial que, demasiado a menudo, nos llega a Occidente.
“Hay que aprender de los pájaros, que son tan listos, que cogen lo mejor del Norte y del Sur”.
 Sin duda en el Norte tenemos mucho que aprender aún.

viernes, 3 de febrero de 2012

Genocidio en el paraíso


Existe una pequeña isla al sur de Indonesia, ubicada al norte de Australia,  esos lugares lejanos que imaginamos paradisiacos, de luz brillante, aguas cristalinas y vacaciones bebiendo de un coco en la playa. Desgraciadamente la isla de Timor ha estado y está,  más cercana a las imágenes que tenemos del averno medieval.

La cercana Indonesia también vivió su propio infierno bajo las órdenes del comandante derechista Suharto, un hombre que fue todo un ejemplo de tiranía política, censura y opresión, que aprendió bien de sus maestros de la CIA. Llegó al poder en 1965 masacrando al partido político comunista vigente que contaba con aceptación popular del pueblo indonesio. Por supuesto, Suharto estuvo apoyado por los grandes de Occidente que veían en él un aliado anti comunista y un jugoso cliente en el comercio de armas. Se hicieron buenas labores de marketing vendiendo su locura asesina y sed de poder y sangre como “un movimiento de liberación política en Asia”. Un genocida que representa todo un ejemplo a seguir, el hijo que toda madre estaría orgullosa de tener.

En diciembre de 1975 se abren nuevas vías para que Timor se independice de Portugal, que comenzaba su declive, un hecho lícito que  sentaba las bases para el establecimiento de la autodeterminación deseada por la población.  Suharto tuvo aquí la oportunidad para clavar sus infectas garras en una región débil por el proceso de transición política, pero con notables reservas del recurso maldito, el bien preciado oro negro.
Y así se cumplió, en diciembre de 1975 la ocupación de Timor Oriental fue servida en bandeja de plata. Los timorenses firmaron su condena cuando decidieron luchar por su independencia y valerse de sus propios recursos. Desde EEUU se puso el grito en el cielo ante semejantes actos infames, y la administración Carter decidió señalar y condenar, las herramientas que cumplirían la sentencia venían de las monstruosas fauces de Suharto. El infierno podía continuar.
Las masacres llevadas a cabo por las fuerzas indonesias fueron de las más cruentas y salvajes de la historia contemporánea, las víctimas no tuvieron tiempo de ver venir el hacha que cortó sus cabezas. Genocidio silencioso, el crimen más cruel del que es capaz el ser humano llevado a cabo sin miramientos, pagado a sueldo desde el otro lado del globo. La mayor matanza acontecida desde el Holocausto. No muy lejos de allí el gobierno australiano se frotaba sus  asquerosas manos pringadas de ambiciosas babas, apoyando los innombrables actos ejercidos contra la resistencia de Timor Oriental.
En occidente los oídos se mantuvieron bien taponados de grasa supurante de sangre timorense, los gritos de la muerte eran acallados a golpe de fusil.

Desgraciados aquellos con recursos naturales y una falta de ejército poderoso,  prepárense para su sentencia de muerte, perpetrada por ambiciosos genocidas y firmada por nuestros bien amados Aliados. El contrato se encuentra a buen recaudo, en las arcas del Banco Mundial y el FMI, junto a sus preciados bienes expoliados, lejos de las temblorosas manos de sus propietarios legítimos.
El infierno se sirvió en porcelana barata durante 25 años, en 2002 consiguieron su independencia, pero el hedor del terror les queda cerca aún. Las secuelas llevan nombre de refugiado, el genocidio se mantiene silencioso, los asesinos de colmillos afilados preparan su siguiente golpe. Los padres siguen enterrados en una tumba sin nombre.
Las playas de Timor siguen siendo fango sanguinolento. 
El paraíso queda lejos, muy lejos.

viernes, 27 de enero de 2012

El mundo en crisis


El mundo en crisis, este loco mundo en crisis. Nos hacen pagar por cosas que antes no pagábamos,  copagos, subida de impuestos, de transporte público, recortes en sanidad, recortes en nuestros salarios. ¡Oh dios, estamos en crisis!
Resulta que el capitalismo, esa gran receta universal para la comodidad y el bienestar del primer mundo,  parece que ya no nos interesa, que no es valido, que es obsoleto. Porque claro, mira a dónde nos ha llevado.
A mí me hacía preguntarme cómo podía ser posible que hubiese tantos amantes, fieles servidores, de un sistema que se cimentaba en la miseria de millones de personas. Porque los había, y muchos.
Valiente hipocresía, el mundo lleva mucho en crisis, antes de que nos salpicara a nosotros con su miseria. La crisis comenzó dentro de nosotros, cuando decidimos adorar al becerro de oro.  La crisis comenzó cuando dejamos de creer en el valor de la honestidad, en la humildad. Cuando empezamos a tener más miedo a ser ajusticiados legalmente, que al hecho de estar ejerciendo actos perversos. La injusticia lleva años paseándose por el mundo, lo increíble es que eso no nos haya producido arcadas, hasta el vomito, mucho antes.
El mundo en crisis, porque aquellos que son pisoteados no pueden ser pisoteados eternamente. Porque nos han enseñado que hay que pisotear y nosotros, valiente horda de seres humanos deshumanizados, aprendimos bien la lección.
Había crisis en el mundo, crisis de valores. Nació la crisis cuando dejó de importarnos lo que nos rodeaba, el virus de la ceguera crónica nos ha dejado graves secuelas.
Sí, hay crisis, la crisis de no tender la mano, la crisis de no escuchar, la crisis de no observar, la crisis de la injusticia, de la falacia, de lo humano mecanizado.
Valores enterrados bajo el barro, pisoteados por zapatos de todas clases, con tacón alto, tacón bajo, zapato plano, bota militar, de cuero, de tela, con estampados sin estampados… Vendimos nuestra alma al diablo y ahora nos horrorizamos.
Siglo XXI, el mundo en crisis, no hay dinero, no  podemos sostener nuestro corrupto modo de vida. Y así seguiremos, ciegos que han vendido sus entrañas de carne por cables y aleaciones de acero.
Crisis. Crisis. Crisis. No hay dinero en esta crisis, no lo hay, y lo que es peor, tampoco hay escrúpulos.
Intento recordar cuándo ser buena persona se convirtió en ser tonto, cuándo ser un tiburón en algo admirable, cuándo empezamos a llamar héroes a los que pisan, y no a los que protegen a los que son pisados, cuándo triunfar se convirtió en sinónimo de hacerse rico. Cuándo los medios dejaron de importar por el fin.
Estamos en crisis.



lunes, 23 de enero de 2012

Refugiado


“Quien pierde oro
puede encontrarlo en las joyerías
Quien pierde el amor
puede encontrarlo al año siguiente
Quien pierde su país,
¿Dónde podrá volverlo a encontrar?”
-Canto palestino.

43,7 millones de personas sin techo, sin hogar, sin país, sin protección política. 43,7 millones de refugiados en el mundo. 43,7 millones de apátridas forzados.
¿A dónde van estos refugiados? Contrariamente de lo que la indignada población europea cree, el 80% de los refugiados se encuentran en Pakistán,  Irán y Siria.
La solución del refugiado no viene con la acogida, tratándolo de huérfano, aunque lo es. La mayoría de los refugiados tienen un hogar al que no pueden volver por cuestiones políticas, guerras, persecución, hambrunas o catástrofes ecológicas.  Lo que necesitan es un reconocimiento social, presión política y el derecho de retorno  a sus países de origen o, lo que es más importante, el reconocimiento de la existencia de sus países, no reconocidos aún. Y el reconocimiento de su propia existencia.
Hay demasiados gobiernos a los que no se quiere enfurecer reconociendo a los que exiliaron, por la fuerza, como pertenecientes a esas tierras que robaron.
No es casualidad, que tres de cada diez refugiados procedan de Afganistán, país victima de guerras, de extremismos políticos y religiosos, pieza desmontable, intercambiable en los juegos de guerra de las grandes potencias.
De cuánta negligencia humana son capaces los Estados y sus gobiernos. A uno le dan ganas de hacerse refugiado de su propio país, para poder sacudirse de encima la vergüenza que suscita el silencio político y social.
Los refugiados, sin techo del mundo, no hay que haceros un sitio en ningún lugar, tenéis el derecho fundamental y legitimo a poder volver allí a dónde sea que pertenecéis.


lunes, 16 de enero de 2012

En la tierra de los olivos

Para Ainam estés donde estés
Para Hisham y todos aquellos de valor excepcional.


En la tierra de los olivos lo que antes era su hogar ahora es su cárcel.
En la tierra de los olivos, los olivos se arrancan desde las palabras.
En la tierra de los olivos, los olivos arden y el fuego les deja sordos.
En la tierra de los olivos, la vida sangra de dolor.
En la tierra de los olivos, está prohibido crecer, bajo pena de humillación.
En la tierra de los olivos hay grandes zanjas de hormigón que separan a los que fueron de los que son.
En la tierra de los olivos, las piedras son el lenguaje, las balas el futuro.
En la tierra de los olivos, los olivos se convierten en polvo por temor a ser leña.
En la tierra de los olivos, el agua es propiedad, la tierra es propiedad, la vida es propiedad.
En la tierra de los olivos, los niños juegan sobre el hollín.
La tierra de los olivos no es la tierra prometida, es la tierra de la infamia, de la abominación, de la desgracia.
La tierra de los olivos está llena de sordos, ciegos y mudos.
La tierra de los olivos, tierra santa, es tierra hace tiempo olvidada por Dios, y por los hombres.

viernes, 6 de enero de 2012

Morir en silencio

A aquellos






“It's getting harder to find it in me
I scab my wounds and fall asleep.
But now, but now can be
falling down
filling, filling the empty.”


Existe una verdad visible en todas partes. Una verdad que se intenta relegar al silencioso olvido, una verdad intratable. Si la muerte nos atemoriza, más aún lo hacen las personas cuyas muertes vienen dadas por su propia mano.  Supone un acto de extrema violencia, una verdad brutal, cruda, una realidad que nos parece delirante e imposible. Una realidad que ocurre, cada día.


Estas muertes son relegadas al vacío, condenadas al silencio.
Hoy en día se nos pide, con prisa, que atajemos el dolor, no tenemos tiempo de sentir el luto, ya no hay tiempo de vestir de negro. A los que alcanza esta muerte muda, y los que les rodean, no se les permite ni tan siquiera alzar el grito del dolor. Su recuerdo se les niega, se emborrona.
Necesitan vestir de negro, sin agachar la cabeza. Pero el silencio de la incomodidad social no les deja.
Sale demasiado caro. El precio a pagar por sentirnos incómodos resulta demasiado alto.

Las personas  de aquellos continúan con miedo a la pregunta que no quieren contestar.

Simplemente se arrebató la vida.

jueves, 5 de enero de 2012

Los padres que lloran



Fue en 1960 cuando las Naciones Unidas aprobaron la resolución 1514 sobre la concesión de la Independencia a los países y pueblos coloniales. Se insta pues, a las grandes potencias, a descolonizar el mundo.
Esta resolución se ha cumplido de forma, cuanto menos, dudosa. Sin embargo a dado pie a una movilización por la independencia de los pueblos que debe ser reconocida como un derecho básico y fundamental, y que hace legal y legitima la lucha por la autodeterminación.
El colonialismo tardó poco en reinventarse, con maneras y usos tan salvajes y destructores como los precedentes, que siguen prometiendo miseria a aquellos pobres que no supieron desarrollarse a tiempo para las selectas exigencias de Occidente.
Obviamente que la colonización es más que la huella de una bota militar, o la siembra de dogmas en un territorio que no es tuyo, ni te pertenece. Hay herramientas más sutiles, que aparentan no dejar el suelo plagado de barro y suciedad, pero que lo hacen arrastrando grandes dosis de miseria a su paso.
Como en aquellos tiempos de aventuras colonizadoras, ahora también se manda a otros a colonizar, por llamar de alguna forma a aquello de violar tierras ajenas y robar internacionalmente. Se siembra la semilla de conflictos, porque se sienten violados y robados, desencadenando, en numerosas ocasiones, el uso de la fuerza armada.
Los progenitores de la civilización moderna e industrial se lamentan como padres que no hicieron bien las cosas con sus hijos, se tiran de los pelos y se golpean el pecho para después, tenderles las herramientas necesarias para matar, tiñendo desiertos y selvas de sangre. Poco importa, si queda lejos.
Pasaron de enviados de Dios a Padres, cuando no son más que miserables mercenarios de la mentira estatal y del robo mundial. Una vez desatada la matanza, abandonan a sus hijos, de los que se avergüenzan porque no aprendieron de sus civilizadas enseñanzas.
Lloran, pero lamentablemente no es de vergüenza, si no de miedo a perder años de riquezas expoliadas. Otros, se frotan las manos, viendo riqueza en la matanza humana. La colonización es un negocio suculento.

Lejos queda el día, en que los padres vean que aquellos a los que aniquilan son sus hermanos.
Resolución 1514, sigues manchada de sangre, y de vergüenza.